Mi trabajo de artista visual se mueve en distintas zonas de la plástica. Estas siempre tienen que ver con mis procesos internos, que están ligados a una mirada desde el alma; la vida como obra de arte. Voy traduciendo mis temáticas de manera visoespacial, tanto en pintura, como dibujo y escultura. En la pintura hay varias zonas de acción: la interna y la externa. La primera muestra paisajes del mirarse desde dentro, la segunda se trata de vistas objetivas de la naturaleza, meditaciones de larga continuidad, homenajes a la madre tierra. De estas dos emerge una tercera zona, en que interactúan las dos anteriores; menos justificada a la gravedad, despegándose a lo espacial y a lo simbólico; les llamo retículas holotrópicas. Cada obra es independiente entre sí, no tienen necesariamente correlato temático, ni técnico.